miércoles, 4 de enero de 2012

Siempre Quise


















Siempre quise ser escritor y ahora soy contador público. Ser escritor no me iba hacer rico y créanme que ser contador tampoco, ambas profesiones tienen las mismas probabilidades de éxito-fracaso en ese sentido. Ahora lo sé, me lo enseñó la vida.

Y esa matemática funciona para todo lo que tenga que ver con el éxito, es decir, hacer lo que te hace feliz, lo que sabes hacer mejor que nadie y que te paguen bien por ello. El problema de esta ecuación está en el momento de plantearla, ¿qué me hace feliz?, ¿qué sé hacer mejor que nadie?, ¿cómo me ganaría la vida si me dedico a esto?, ¿qué significa: que me paguen bien!?. Conversando sobre este tema un amigo cercano me decía que esos eran temas filosóficos juveniles y que no valía la pena, salvo que fueras un adolescente, plantearte o replantearte estas cuestiones.

Yo creo, y así se lo hice saber, que estas son preguntas de toda la vida, son cuestionamientos que deben permanecer vivos y vibrantes siempre para que las rutinas inevitables de la vida se conviertan en espacios de despliegue, desarrollo y felicidad. Así, la rutina deja de ser una mala palabra para convertirse en un ejercicio llamativo, evocativo, una senda que se va metiendo, haciendo camino, en el frondoso y hermoso bosque donde viven los que aman lo que hacen.

No hay éxito sin rutina, cualquiera sea el significado que esta palabra tenga para usted. El campeón mundial tragando hot dogs, el record olímpico de los 100 m planos, el ejecutivo tenaz de la portada de Forbes… todos tienen una rutina.

Tambien el buen padre y el mal padre, el buen esposo y el mal esposo, el buen hijo y el mal hijo, el buen amigo y el mal amigo, el honesto y el deshonesto, el virtuoso y el vicioso, defina usted amigo las características para cada caso, el punto está en que se encontrará inevitablemente con una rutina, un hábito. Este hábito puede tener muchas formas pero, sin excepción perfilará y determinará la forma de nuestras actuaciones en la realidad.

¿Cuáles son mis hábitos?, ¿Cuáles son mis rutinas?, en mi forma de pensar, de tratar a mis seres queridos y no tan queridos, con respecto a mi trabajo, mi ocio, mis sentimientos, mi horizonte. ¿Qué espero de la vida, rutinariamente hablando?. ¿Cuáles son mis rutinas?. ¿Porqué?.